ECOLOGIA
29 de septiembre de 2024
Estudian el primer ingenio metalúrgico de Catamarca
Primer relevamiento del ingenio
Amigos del Museo Arqueológico de Andalgalá, en compañía de arqueólogos, profesionales del medio local, se dispusieron entre los meses de julio y septiembre del corriente año localizar, identificar y relevar el estado patrimonial del ingenio metalúrgico “Mercedes”, inicialmente construido entre 1820 y 1830 por una compañía inglesa, y luego refundado en 1850 por el cordobés Manuel Francisco Malbrán Recalde en la parte media de Quebrada de Choya.
El “Ingenio Mercedes” es el primero de su tipo en la Provincia de Catamarca en trabajar los metales de cobre, oro y plata extraídos de Minas Capillitas, luego, y a partir de 1854, se sucedieron otros ingenios metalúrgicos entre los que se destaca “Pilciao”, fundado en 1860 entre los bosques de algarrobo del sur de Andalgalá y que perteneció al reconocido historiador Samuel Lafone Quevedo.
Las tareas realizadas por Amigos del Museo para la detección de las edificaciones del viejo ingenio consistieron en conocer la toponimia de la zona a través del diálogo con vecinos, determinar puntos de interés mediante imágenes satelitales y crear mapas para trazar recorridos factibles teniendo en cuenta la rigurosidad de la topografía montañosa. En el lugar se realizaron relevamientos fotográficos, planimétricos y en libretas de campo.
Entre las instalaciones relevadas se pudo determinar la presencia de edificios construidos en adobe que casi en su totalidad están colapsados, cimientos de piedra de estructuras circulares que posiblemente hayan funcionado como hornos de fundición, un molino de minerales o trapiche consistente en una gran roca circular con perforación central, y materiales diseminados como escorias de fundición y ladrillos refractarios.
Un valor agregado de las instalaciones históricas es que el empresario minero y fundador del “Ingenio Mercedes” fue padre de Carlos Gregorio Malbrán, reconocido médico e investigador nacido en Andalgalá en 1862, quien fuera pionero en practicar ciencia bacteriológica e impulsor de la salud pública nacional; merecedor de que el Instituto Nacional de Microbiología con sede en Buenos Aires, tan afamado en la reciente época de pandemia, lleve su nombre.